No Olvidar a las Comunidades Locales y Pueblos Indígenas
Es hora de tener en cuenta lo que las Comunidades Locales y los Pueblos Indígenas tiene para ofrecer a la hora de llevar a cabo un proceso de recuperación y mantenimiento del territorio amazónico. Para curar el pulmón de la tierra no sólo sirve la medicina occidental, también sirve el conocimiento ancestral.
La deforestación, motivada por la industria maderera, la agricultura y la ganadería, genera, cada vez más, una pérdida alarmante de territorio amazónico. Más de la mitad del Amazonas está en Brasil y se estima que, desde los años 70 hasta el día de hoy, se han perdido unos 700.000 km2. En Colombia, el panorama continúa siendo desolador, a pesar de que en el año 2019 hubo una importante disminución en la deforestación, de alrededor de 55.000 hectáreas, los primeros tres meses del 2020 presentaron devastadoras noticias. Según la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FDCS), para el 15 de abril hubo un incremento significativo que superó las 75.000 héctareas.
Esto es un peligro para las comunidades que habitan en el territorio, cada vez más su hogar está siendo destruido y el espacio seguro más limitado. Como señala la FDCS, las comunidades continúan presentando un proceso de invasión creciente en cuanto a vías, registro de veredas, apertura de fincas ganaderas, cultivos de coca y un complejo repertorio de actividades ilegales que deterioran los territorios de los resguardos.
Francisco von Hildebrand, Director de Gaia Amazonas escribe, en un artículo titulado “: La Solución A La Crisis En La Amazonía”, que la estrategia más efectiva para la preservación de este territorio es a partir de la visión tradicional, así mismo, hacer caso a lo que los han hecho para la protección de sus tierras ha probado ser la solución para evitar el detrimento de la selva. De hecho, como señala el informe IPBES del 2019 Sobre la Pérdida de Biodiversidad “Sin Precedentes”, las tres cuartas partes del medio ambiente terrestre han sido alterados por acciones humanas pero, en áreas administradas por o Comunidades Locales, las alteraciones han sido menos severas o evitadas en su totalidad. La naturaleza que manejan las Comunidades Locales o Pueblos Indígenas, como se evidencia, se encuentra bajo una presión menor que tierras administradas por gobiernos y organizaciones externas, esto puede deberse a que esta misma naturaleza sustenta los medios de vida locales.
Esto demuestra que, para la conservación del territorio amazónico, incluir el conocimiento, perspectivas y derechos de los Pueblos Indígenas sería de gran beneficio para quienes buscan restaurar el Amazonas. Pues estas Comunidades cuentan con una comprensión extensa de las regiones y ecosistemas de este.
Para un buen desarrollo sostenible, ahora más que nunca, es un deber de los gobiernos que tienen territorio en el Amazonas dar participación en la gobernanza ambiental a los Pueblos Indígenas y, si se busca evitar la intervención de países extranjeros, lo mejor que puede hacerse es darle acceso a estos pueblos a la legislación nacional ambiental. Este conocimiento es la clave máxima para la protección de la biodiversidad amazónica y, en consecuencia, la salud de nuestro planeta.