A Pesar De Todo, Estamos Vivos
- Giselle Murillo
- 2 ene 2023
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 23 ene
Registro Fotográfico: Nicolás Beltrán
Boletín 07/mayo/2021
En el noveno día del Paro Nacional en Colombia, la ciudadanía continúa en las calles. Protestantes de todos los rincones del país salen a manifestar sus inconformidades y también denunciar los 31 asesinatos que se han dado en las marchas a manos de la Fuerza Pública. Y no han estado solos en ello.
Desde el primer día del Paro Nacional, la Minga Indígena ha respaldado la manifestación, haciendo un llamado a la necesidad de diálogo para resolver las problemáticas estructurales que afectan a las comunidades en todos los territorios. Este llamado es, específicamente, sobre tres puntos; la emergencia humanitaria regional y nacional, la situación de militarización y la necesidad del cumplimiento de los Acuerdos de Paz para “garantizar el buen vivir en zonas azotadas por el conflicto armado”.
Así mismo, el Programa de Mujeres CRIC ha manifestado, durante mucho tiempo, el rechazo rotundo a la presencia de militares en territorios indígenas, ya que esto representa violencia no sólo para el espacio sino hacia las mujeres y niñas de la comunidad. Pues esto se ve como una representación de la imposición sistemática de una visión colonial de supremacía militarista que hace parte de un régimen peligroso para la sociedad.
Como señala Luciana Velasco, Coordinadora de Mujeres CRIC, ante las denuncias de violencia en contra de lideresas de la comunidad, en razón de género, las instituciones nacionales les han dado la espalda. “Hemos tenido acompañamiento por parte de instituciones internacionales antes que las nacionales”, expresa la lideresa, que también señala que en el marco del Paro Nacional, se ha señalado esta problemática, “ha pasado más de una semana y no hay respuesta por parte del Gobierno”.
Como bien expresa la coordinadora, las integrantes del pueblo indígena también son colombianas y, así mismo, también merecen que sus voces sean escuchadas por parte del Estado Colombiano. Por esta razón, solicitan que el gobierno tenga una perspectiva de género antes de militarizar los territorios pertenecientes a las comunidades.
Sin embargo, aunque estas situaciones llevan a un duelo y tristeza, las autoridades de la comunidad continúan dando el pecho para cuidar el territorio y denunciar las violencias perpetradas por agentes del estado e integrantes de grupos pertenecientes al conflicto armado. “A pesar de perder a nuestros hombres, hijas, hijos, las mujeres de la comunidad seguiremos en pie de lucha por los derechos, a pesar de ser las más afectadas por la violencia”.
La presencia de la Minga no sólo se ha limitado a un apoyo y vocalización de las problemáticas, sino también a una participación activa para proteger los derechos humanos de todos quienes estén protestando. De esta manera, la Guardia Indígena hoy pudo retener a un hombre armado que admitió “ser un policía activo de la institución que estaba infiltrado en las manifestaciones por orden de sus superiores”.
En la madrugada de la jornada de protestas de hoy, 7 de mayo, externadistas pertenecientes a la comunidad Misak tomaron la iniciativa de tumbar la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada en el centro de Bogotá, como un símbolo de resistencia al colonialismo. Claro que, no es la primera vez que la comunidad tumba estatuas de colonizadores en el territorio colombiano, pues también tomaron esta acción con la figura de Sebastián de Belalcázar, en Cali.
En apoyo al acto de derribar la estatua de Jiménez de Quesada, una integrante de la comunidad indígena del suroccidente de Colombia afirma que este es un gesto para “no sólo descolonizar la mente, sino también el territorio”. También, ante la militarización de las ciudades, la comunidad Misak se ha manifestado por medio de la música.
Así mismo, una serie de organizaciones, entre ellas la Minga Indígena, la CUT Valle, ACONC y CRIC, se unieron para generar una declaración política con un pliego de exigencias tanto a nivel nacional como específico para la situación de Cali. La reunión se dio el día 06 de mayo del 2021, en el auditorio 5 de la Universidad del Valle de la ciudad de Cali, y se redactó este documento para facilitar los puntos del diálogo que debe darse con el Estado.
Comunidades alrededor del mundo se han pronunciado ante la violencia que se ha dado en el marco de las protestas en el Paro Nacional. Por medio de un comunicado, la Asociación Nacional de Escritoras de Honduras ANDEH se pronunció en contra de la brutal violación de los Derechos humanos del pueblo colombiano.
Como también la Defensoría Delegada para los Derechos de las Mujeres y Asuntos de Género ha puesto a disposición este formulario para reportar casos de violencia basada en género en el marco de la protesta social, contra mujeres y personas LGBTI. Pues durante la jornada de manifestaciones se han reportado al menos 11 casos de violencia sexual, según el reporte del 6 de mayo de Temblores ONG.
Así mismo, ante los reclamos de la población, en la mañana de este viernes, la Coalición de la Esperanza se reunió con el presidente Iván Duque en la Casa de Nariño para hallar, por medio del diálogo, soluciones en medio del paro. La reunión inició a las 7:30 a.m. y, dos horas después, salieron los integrantes para señalar las conclusiones que se dieron en la conversación.
De parte de la Coalición, asistieron Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo, Juan Manuel Galán, Jorge Robledo, Carlos Amaya, Iván Marulanda, Antonio Sanguino, Sergio Fajardo y Ángela Robledo. En la rueda de prensa realizada a su salida, los primeros en manifestarse fueron Humberto de la Calle, Ángela Robledo y Sergio Fajardo, enunciando la importancia de que se sepa que no pretenden ser voceros del paro, pero que sí tienen en cuenta sus necesidades.
El Senador Iván Marulanda señaló dos peticiones que se dieron en esta reunión con el presidente; la primera siendo la necesidad de auxiliar inmediatamente a los 21 millones de colombianos viven en una situación de pobreza crítica y las casi 8 millones de personas viven en pobreza extrema en el país. La segunda puesta sobre la mesa es la necesidad de en el marco de la pandemia, la Matrícula Cero, la cual garantizaría la continuidad de los estudios de miles de estudiantes.
Por su parte, el exsenador Juan Manuel Galán señaló que en esta reunión también se hizo un llamado enfático y vehemente a que el Presidente detenga la violencia y le dé orden a la Policía de no disparar a la población civil. Así mismo, Antonio Sanguino señala que, para una sana negociación y diálogo con el Comité del Paro, el presidente debe investigar “los asesinatos en medio de las protestas” y revocar “la decisión de la asistencia militar en las grandes ciudades”.
Por medio de su cuenta de Twitter, Sanguino dejó algunas de las conclusiones que se dieron a partir de la conversación con el presidente. Sin embargo, no se ha generado realmente un consenso sobre las conclusiones de esta reunión.
El Gobierno aún mantiene la posición de que, por razón del Paro Nacional, se han visto afectados los grandes y pequeños empresarios del país, como también se ha retrasado el Plan Nacional de Vacunación, como anunció el Ministro del Interior, Daniel Palacios. Adicional, hace un llamado al “cese del vandalismo y la violencia” en el marco de las manifestaciones en Cali.
Pero la violencia continúa. A pesar de que se han hecho llamados al cese al fuego, las fuerzas públicas siguen vulnerando a la ciudadanía. De hecho, en la noche del 6 de mayo, agentes del ESMAD dispararon contra periodistas del medio alternativo Loco Sapiens en Sibaté, Cundinamarca, a pesar de declarar abiertamente que formaban parte de la prensa.
Publicado originalmente en Revista Level el 7 de mayo, 2021
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